sábado, 3 de diciembre de 2011

Rastros de violencia - Sombras bajo la lluvia

Los dos días siguientes pasaron sin muchos inconvenientes. Esa misma semana les llamó por teléfono Chango para el siguiente trabajo.

Paul y los demás quedaron en el bar que solían frecuentar antes de cada trabajo para relajarse un poco antes del nuevo encargo.

Allí estaban sentados en una mesa Paul, Jim y Clark. Estaban tomándose una cerveza cada uno, Paul tomaba una Guinness que era la que le gustaba y Jim y Clark se estaban fumando un porro a medias.

A Paul no le gustaba mucho quedar en ese bar antes de cada trabajo ya que había bastantes personas que los conocían y solían hablar un poco del plan que utilizarían, pero Jim siempre decía que eran amigos todos los del bar y si se enterasen de lo que hacían tampoco dirían nada, ya que ellos tampoco podían presumir de ser buenas personas.

Por allí estaban Tony, que solía vender algo más que maría, Danny 6 dedos, que daba palizas por dinero, y Mouse Junior, quien su padre era uno de los capos más conocidos y temidos de Nueva York.

Esos eran algunos de los amigos más cercanos a ellos, la verdad es que no se podían quejar de ellos ya que cuando los necesitaban estaban allí.

— Bueno… — dijo Paul. — Mañana Clark nos recoge en mi casa con la furgoneta a las 9, a las 9:30 aparcamos en la entrada de la izquierda del banco, esperamos hasta las 9:45 que venga el furgón blindado y lo asaltamos ¿no?

— Sí — dijo Jim muy serio.

Paul disimulaba muy bien, pero estaba muy nervioso. No podía dejar de pensar en la nota que recibió el otro día y no sabía lo que pasaría si se enteraba de lo que harían mañana.

Intentó pensar en otra cosa y miró por la ventana. Estaba lloviendo de una forma torrencial increíble, la lluvia caía con tanta intensidad que no podía ver los apartamentos que permanecían quietos en la otra calle.

Se levantó y fue al servicio. Al salir del servicio cogieron cada uno los abrigos y pusieron rumbo a la puerta para irse a casa. Paul se puso su gabardina negra y salió detrás de Jim y Clark.

Comenzaron a salir y contemplaron tres siluetas negras debajo de la lluvia torrencial y un coche esperando tras ellos. Desde dentro del bar los parroquianos oyeron unas ráfagas de disparos.

5 comentarios:

BorjaSanchez dijo...

Bienvenido de nuevo, compañero!

Mario dijo...

¡Que buena parte!el ultimo párrafo es genial! gracias por seguir escribiendo!

Sandra dijo...

No esta mal, me la esperaba mejor ¿que pensáis los demás?

BorjaSanchez dijo...

nuevos personajes, un nuevo lugar, un final con mucha emoción... yo creo que está bien y el capítulo siguiente tiene pinta de que estará mejor ;)

Ale dijo...

Está interesante, sí!! Además que siempre lo deja en un punto en el que no sabes qué puede pasar en el siguiente capítulo!! argggg!!! =)

Publicar un comentario